Dominio de Tares El Paisano de Tares 2023.
Puntuación El Alma del Vino : 18/20.
Aquello de la ducha de fruta, jovial, golosina, carnosa, extensible, sabrosa y concentrada. El Paisano de Tares bebiendo en porrón resulta desenfadado, campechano, expresivo y muy vitícola. A gargallo, complaciente, dejando que un tapiz líquido atrape boca y paladar. Me gusta el paisano. Por su naturaleza costumbrista, su alma folklorista y esa esencia de mito romántico. Lanzado para celebrar en veinte aniversario de la creación de esta bodega berciana, tiene una base varietal mayoritaria de uvas de Mencía, escoltadas por aportes complementarios de Palomino, Godello, Doña Blanca y Alicante, con un proceso de vinificación que Rafael Somonte, enólogo titular del dominio, dirige aplicando un método convencional y una final maduración en cubetos viejos de madera de roble. Fruta madre procedente de viñas de cuarenta años de antigüedad localizadas a una altitud de entre cuatrocientos ochenta y seiscientos cincuenta metros, sobre el nivel del mar y asentadas en suelos de pizarra en descomposición sobre una base arcillo caliza. Color violáceo intenso, limpio, nariz que proclama moras y arándanos, fresas, flores violetas, balsámicos. Boca equilibrada, acidez y dulzor se unen, expansivo, fruta a borbotones, en la retronasal junto al carácter de la Mencía, surge un guiño de plombagina. Divertido y muy sabroso.
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