Luis Olivan Villobas Garnacha de Bespén “Las Pilas” 2021.
Puntuación El Alma del Vino : 18/20.
Era vino de calidad, ya que en los esponsales de Doña Petronila con Don Ramón de Berenguer, celebrados en Barbastro el 17 de agosto de 1137, se llevaron treinta boticos de vino de las cepas garnachas de Bespén para los brindis de las capitulaciones matrimoniales. Evento de la Corona de Aragón. Me encantan estos detalles que de algún modo, ilustran la importancia del vino en nuestra historia. Llámenlo romanticismo. Luis Oliván incluye este párrafo en la etiqueta de este Las Pilas de Bespén, un vino tinto de la denominación de origen Somontano, edificado en base a uvas de la varietal Garnacha Tinta. En un paisaje privilegiado, pre pirenaico, con el manto protector del Parque natural de la Sierra y los Cañones de Guara, suroeste de Somontano, influencia climatológica continental, las viñas del paraje Las Pilas, asentadas en suelos arenosos, dan luz a este vino, fantástico, muy identitario, que he catado y disfrutado en su edición de vendimia 2021. Hectárea y media, con exposición cardinal noreste, con data de plantación en el año dos mil. Oliván elabora en un porcentaje paritario de despalillado y racimo entero, fermentación espontánea usando levaduras indígenas en continentes de acero inoxidable, temprano descube y maduración final de siete meses en barricas de madera de varios usos, roble francés. El resultado es deslumbrante, una de esas catas y degustaciones que se guardan en la memoria. Muy sabroso y equilibrado, expresivo, divertido, juguetón, ejemplo de manual de Garnacha, muy limpio y brillante, purpúreo y rubídeo, fresco y rotundo. La tanicidad muy en clave varietal, golosa, fina y madura. Los testigos de fruta roja en sazón, el guiño cítrico de ralladura de naranja, los matices primaverales de matorral, salvia y menor bergamota, balsámico y un guiño especiado de pimienta verde. Enciende esa llama interior que tenemos los catadores. Magnífica edición de cosecha.
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