José Gil Vigneron Parcela El Bardallo 2020.
Puntuación El Alma del Vino : 19/20.
Me suelo quedar con frases que salen de la cabeza y el corazón de los hombres y mujeres que laboran, trasiegan y editan vinos, fieles a cada añada, desafiando inclemencias y todo tipo de circunstancias que les salen al paso. Una de esas sentencias la leí allá por el mes de mayo de 2022 en una entrevista realizada por un periodista a José Gil. : “Creo en una Rioja donde la que hable sea la tierra.” Afirmación rotunda, puede que tan romántica como el Mirèio de Frédéric Mistral o El doncel de Don Enrique el Doliente de Larra, pero valedora de sinceros aplausos, al menos por mi parte. Porque la tierra siempre quiere y debe hablar y cuando algunos la amordazan, no son conscientes de que en ella están nuestros pasado, presente y futuro, la supervivencia de la especie y un legado a proteger. Parcela El Bardallo es un espacio de viñedo localizado en el término municipal de San Vicente de la Sonsierra, a una altitud de poco más de quinientos metros, con una exposición cardinal noreste. La pareja formada por José Gil y Vicky Fernández, al frente de un proceso de vinificación que incluye la variedad Tempranillo con un pequeño aporte de Viura, para cumplir con eficacia y eficiencia con la tradición de aquellos vinos de pueblo de #Rioja. Es una parcela que tiene más de cuarenta años de antigüedad, enclavada en ladera y que se asienta en suelos de composición caliza y arenisca. Emplean barricas de madera de roble francés de quinientos litros, para llevar el proceso de maduración del vino a buen término, durante un tiempo de diez meses. Pude catar y disfrutar con calma este vino, durante una comida en un establecimiento zarratonero, en la localidad riojalteña. En su mayor parte lo hice acompañar con un solomillo, salido a mesa desde cocina con un punto impecable. Añada 2020 muy elegante, con un cromatismo de tapiz picota y una expresión aromática que recuerda fruta roja y negra en sazón, flores de heráldica roja y violeta, balsámicos centrales y alguna especia. El paso es abierto, sutil, esgrimiendo una punta de acidez sabrosa y una hechicera frescura galopante. Taninos suaves y maduros, golosos. Prolongado, equilibrado y marcando volumen. Un paso por boca de los que no se olvidan. “Aquel día en tal lugar, con ellas, bebí este vino de esa añada”. Imprescindible. Para que un vino hable, antes debe hablar la tierra, como bien dijo José Gil. Como ejemplo de esa filosofía, este El Bardallo del 2020. Identidad y singularidad.
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